Street photography es uno de los estilos fotográficos más cultivado, admirado, seguido, divulgado y prolÃfico, todos recordamos miles de fotos emblemáticas, soldados besando enfermeras, hombre saltando un charco, etc. Y ese instante decisivo nos emociona, nos atrae, es reconocible por todos porque todos hemos fotografiado en la calle y la hemos vivido, pero lo que realmente nos atrae es ese instante que tan difÃcil es de captar, esas miradas, en ocasiones perdidas otras veces fijas, esos momentos cotidianos, esos niños jugando en las aceras, mujeres, hombres, viejos, paradas de autobús,…. todo un mundo. El género de street photography también es uno de los más complicados y que requiere de buenas dosis de descaro, riesgo y sobre todo agilidad. Personalmente, me encanta esta fotografÃa y disfruto viendo a grandes profesionales en acción, creo que es la mejor forma de aprender. Hoy traigo tres fotógrafos que partiendo del mismo escenario, New York, muestran aspectos muy dispares incluso antagónicos de la calle.
Joel Meyerowitz, elegante, reflexivo y certero.
Meyerowitz es posiblemente uno de los grandes de la fotografÃa a nivel mundial, multidisciplinar, sin importar el tema o el formato, desde grandes cámaras de 8×10 hasta su inseparable “Leicaâ€, es uno de esos fotógrafos que controla todos los aspectos de la fotografÃa y no solo de la parte técnica, compositiva o escenográfica, el deja ver su personalidad en cada una de sus estupendas fotos.
Perfeccionismo, control de los detalles y sobre todo un proceso creativo meditado, fruto todo esto de la influencia de su en ocasiones “mentorâ€, Robert Frank, aunque no es el único, siempre ha mostrado su admiración por Brassaï y Atget.
Precursor de la fotografÃa en color como elemento artÃstico en los años 70, incansable, metódico, sosegado, pero siempre atento, “Si no lo haces, Te lo pierdes†y sobre todo poseedor de un magnÃfico archivo.
De la extensa obra de Meyerowitz se puede decir que tiene de esas fotos que la retina retiene y acaban formado parte del imaginario colectivo, para mÃ, y mucha gente, la fotografÃa «Fallen man in Paris«, es una de esas fotos que no solo es fruto de la fortuna, es fruto de un buen trabajo.
Bruce Gilden, el descaro del fotógrafo.
Gilden fotógrafo de la agencia Magnum, su extenso trabajo nos muestra la realidad en su crudeza total, asalta el instante, toma las fotografÃas de forma casi compulsiva, como un trance fotográfico, su personalidad se impregna en cada una de sus fotos, disfruta de la calle, vive la calle, saca la esencia más visceral, más histriónica y en ocasiones la más putrefacto, hace que sea todo un arte, un autentico especialista en la búsqueda del «la cara oculta» de la calle, la de alto riesgo, que en muchos casos llega a poner en peligro su propia integridad fÃsica.
Como él dice en su bio, «Otra caracterÃstica que define la fotografÃa de Gilden es la atracción creativa de lo que él llama «personajes«, y que han estado presentes a lo largo de su carrera. Su primer gran proyecto, presentado en 1986, se centró en Coney Island, la legendaria playa de Brooklyn, donde los neoyorquinos que no pueden escapar del calor del verano de la ciudad acaban en la playa mostrando sus emociones de barrio.»
Ninguna de sus fotos nos deja indiferentes, nos narran historias llenas de momentos duros, trágicos, cómicos, miradas de misterio, momentos cotidianos que por alguna razón se transforman en especiales, pero todos llenos de emociones y sin ningún pudor.
Bill Cunningham, El Gentleman de la moda neoyorkina.
Su figura por Times Square o la Quinta Avenida es inconfundible, Cunningham siempre va montado en su bicicleta, con su «mandilón» azul y sus cámaras de pelÃcula. Con una personalidad brillante captura sólo las modas más extrañas e inesperadas, la celebrity del momento y la de toda la vida, la fiesta social con más Glamour o la última modelo de Channel antes de entrar a un gran evento, ha creado una red mundial un estilo que ya muchos siguen e imitan. Siempre fiel a su columna en el Times, juega con las lÃneas y la composición, pero sobre todo captura la frescura y espontaneidad del momento, le bastan un segundo y el milagro ya está en el acetato de su cámara.
Personaje único y única es su forma de trabajar y de vivir, duerme en un camastro entre sus archivos fotográficos, de personalidad afable, tenaz e incansable, fuera de toda notoriedad aunque y si eres una estrella del papel couche Neoyorkino no puedes dejar de salir en sus fotos. Pero no solo el Famoseo de la gran manzana es el objetivo de este hombre, solo tienes que vestir diferente y le tendrás frente a ti, siempre de forma amable y discreta, no te entretendrá mucho.
En resumen: como muestra un botón
Tres grandes fotografos con letras mayusculas y tres estilos de un mismo tema
Fotos Meyerowitz:
Fotos de Gilden:
Fotos de Cunningham:
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